Los audífonos son unos dispositivos de gran utilidad para combatir la hipoacusia y permitir al paciente disfrutar de un sonido amplificado del exterior. Pero para que el sonido que se reciba sea realmente de calidad y la experiencia se sienta del todo satisfactoria, el audífono debe estar colocado correctamente. Si no, cualquier tipo de interferencia o simplemente una mala postura puede producir que los sonidos no se perciban como corresponden o en una intensidad inadecuada.
La importancia de colocar correctamente los audífonos
Como ocurre con los auriculares convencionales que se utilizan para escuchar música, los audífonos tienen que colocarse en una posición adecuada para que el sonido que llegue se reciba alto y claro. La nitidez y la intensidad del volumen tienen que estar en sintonía para que la experiencia sea realmente buena.
No hay mucho misterio a la hora de colocar como corresponde unos audífonos, aunque sí es verdad que hay que prestar atención a varios aspectos. Para empezar, se tiene que ajustar adecuadamente al canal auditivo. No debe estar demasiado apretado, aunque el nivel de sujeción no debe ser demasiado bajo. Si no, se caerían con facilidad y estarían expuestos a daños derivados de los golpes sufridos.
El auricular debe encajar perfectamente en la cavidad del canal para que la audición sea perfecta. Cualquier molestia que se perciba durante o después de su uso debe ser comunicada, ya que el auditivo es un canal formado por tejidos blandos que pueden estar expuestos a una serie de daños a causa de factores externos, como el uso de dispositivos electrónicos con diseños inadecuados. Por eso, resulta fundamental recurrir a los servicios de un especialista para ajustar de manera individual los parámetros del diseño del audífono y garantizar que este se ajuste plenamente al canal auditivo del paciente.
Siempre es mejor optar por diseños seguros
Casi todos los audífonos cuentan con un pequeño sistema de agarre que fortalece la sujeción para evitar caídas repentinas, al tiempo que propicia una sujeción óptima. Teniendo en cuenta la importancia de estos aparatos para combatir la hipoacusia, no es de extrañar que todos ellos cuenten con un diseño pensado para enlazarse parcialmente con la parte externa de la oreja.
De todos modos, nadie nace enseñado y si no sabes cómo se ponen los audífonos correctamente, el equipo que se encargue de ajustar los tuyos por primera vez te explicará qué debes hacer para que su colocación sea el menor de tus problemas.
Aunque los diseños que se pueden encontrar son muy variados, casi todos ellos comparten la misma premisa: priorizar funcionalidad sobre estética. Por eso, para garantizar una experiencia óptima, los diseños de los audífonos cuentan con escaso margen para la innovación, ya que ante todo lo que se busca es combatir de manera eficaz los síntomas de dolencias auditivas como la hipoacusia.
Colocando un audífono paso a paso
Es cierto que para muchos colocar un audífono no tiene misterio, pero hay quienes lo encuentran algo complicado por ser la primera vez que manipulan uno o por cualquier otro motivo. Sea lo que sea lo que motive esa inseguridad, no te preocupes porque te explicamos cómo se ponen los audífonos correctamente en unos pocos pasos.
Para empezar, lo que hay que hacer es colocar el aparato justo por detrás de la oreja, de manera que podamos acceder a todos los ángulos que necesitamos para maniobrar con él en la mano. Hay que sostener el audífono por detrás e introducir el molde en el conducto auditivo. Hay que empujarlo levemente, pero lo justo para notar que se acopla. No aprietes demasiado o podrías provocarte alguna lesión a causa de la compresión del aire.
Es importante comprobar que el molde se encuentra sujeto sin hacer daño, pero de manera firme. No tiene que producir ningún tipo de molestia, y su uso debe cesar si notas cualquier dolor al llevarlo puesto. Si esto ocurriese, lo mejor es avisar a tu especialista para que revise los audífonos y ofrecer el mejor remedio para tu caso.
También es relevante que sigas sus indicaciones en materia de conservación y almacenamiento de los audífonos. Como seguramente sepas, se trata de dispositivos de enorme delicadeza que deben ser tratados con mimo y cuidado, sobre todo teniendo en cuenta los costes que se derivan de su uso y mantenimiento.
¿Hay que ponerlos de manera diferente cuando están recién limpios?
Dada la sensibilidad que presentan los audífonos, lo mejor es dejarlos reposar un poco cuando hayan sido limpiados recientemente. Aunque el uso de líquidos para retirar la suciedad no está en absoluto recomendado, sí se aconseja utilizar un pañito húmedo levemente para ayudar a retirar la suciedad más incrustada, pero solo en determinadas situaciones.
Si tu caso ha sido ese y te has visto obligado a emplear un poco de agua, por muy pequeña que haya sido la cantidad, lo mejor es que trates de dejarlos al aire durante al menos quince minutos para asegurarte de que se ha secado por completo y que se puede volver a usar.
Sí que hay que tener cuidado cuando el audífono se retire, ya que gran parte de la suciedad que acumulan estos dispositivos la absorben de entornos poco propicios repletos de suciedad que acaban por impregnar parte de la superficie del audífono con estos residuos.
Ante la duda acerca de las condiciones de salubridad e higiene del entorno donde has dejado el audífono, lo mejor es volver a limpiarlo. Ten en cuenta que el canal auditivo es muy sensible a la suciedad y podrías sufrir una infección si esta permanece alojada en el conducto auditivo por mucho tiempo. Y recuerda que, una vez puesto, debes tratar de manipular el audífono lo menos posible. Al principio puede resultar extraño sentir que vas a todas partes con un auricular solo en una oreja, pero con el tiempo esa sensación irá desapareciendo y te irás encontrando más a gusto.