Los audífonos son extremadamente útiles para combatir los síntomas de la hipoacusia, una dolencia que impide al oído percibir, de manera total o parcial, los sonidos que se producen a su alrededor. Existen varios grados de hipoacusia, vulgarmente denominada “sordera”, y por ese motivo los audífonos deben contar con características adaptadas a cada paciente.
Pero uno de los hándicaps de estos dispositivos, como ocurre con cualquier aparato electrónico, es la autonomía de su fuente de alimentación. Los hay que funcionan a pilas y otros que disponen de una batería de ion-litio como la de los smartphones que se recarga con una base de carga o conectándolos directamente a una fuente de alimentación eléctrica.
La variedad de modelos es tal que puede resultar complicado saber cuál de todos los modelos elegir. Quizá una buena base sobre la que cimentar la elección sea el tipo de alimentación del modelo, lo que sin duda puede ayudar a cribar mejor el catálogo de audífonos que tengas ante ti. Hagamos un repaso por las ventajas e inconvenientes de cada tipo de audífonos.
Audífonos a pilas: puntos fuertes y aspectos a mejorar
En origen, los dispositivos electrónicos utilizaban pilas recargables para funcionar. Aunque de capacidad limitada, normalmente la vida útil de los dispositivos que funcionaban con pilas se encontraba en unos valores medios que no oscilaban, pudiendo esperar siempre una duración que por lo general era bastante similar tras su uso.
Esa estabilidad, para bien y para mal, quedó fuera de juego con la llegada de los audífonos recargables, que sustituían las pilas por una batería de ion-litio. Este cambio trajo consigo varios aspectos positivos, como el hecho de poder olvidarse de cambiar cada cierto tiempo las pilas o tener la posibilidad de exprimir mejor el potencial del aparato, pero a cambio no se podía controlar el desgaste de la batería, y el hecho de que llegasen los primeros dispositivos inteligentes no ayudaba a mantener acotada la vida útil de la batería.
La ejecución de varias funciones en segundo plano ha demostrado ser con el tiempo uno de los causantes del deterioro acelerado de las baterías, algo que tampoco es positivo para la propia salud de este elemento, que se va oxidando con el tiempo a causa de las propias cargas y descargas que experimenta.
Los audífonos a pilas presentan un nivel de carga medio mucho más estable, que se desgasta de una forma más uniforme y gradual. Pero esto repercute también en el rendimiento, ya que queda mucho más acotado y enseguida se establece un techo técnico que el dispositivo no puede alcanzar. Por eso, los audífonos a pilas normalmente son los que peores especificaciones técnicas tienen, ya que son tecnológicamente menos avanzados y sus requerimientos técnicos son bastante más leves.
Audífonos recargables: ventajas e inconvenientes de utilizarlos
Como ha ocurrido en otros sectores, los audífonos han abrazado de buena gana el sector “smart” y sus posibilidades, así como el techo de rendimiento y las funcionalidades, se han disparado. Esto, por supuesto, requería de una fuente de alimentación más sofisticada que unas pilas y por eso se optó por implementar baterías recargables.
La principal ventaja que presenta el uso de estas baterías es que permite que el rendimiento de los audífonos sea mayor, ampliando las posibilidades de conectividad y amplificación de sonidos. Por ese motivo, el deterioro de las baterías de ion-litio es mayor: aunque es una fuente de energía más duradera que las pilas, al exigirle un mayor rendimiento al dispositivo, con múltiples opciones de conectividad y funciones complementarias que ahora los modelos más avanzados pueden realizar en segundo plano, el desgaste es mayor y, por tanto, el potencial de las baterías es mucho más volátil.
Ese es el principal inconveniente de los audífonos recargables: que sus posibilidades técnicas pueden comprometer su autonomía, lo que no es nada conveniente en determinadas situaciones. De hecho, es necesario que la durabilidad de los audífonos esté garantizada para poder disfrutar de eventos de larga duración. Conciertos, reuniones con amigos, planes combinados… este tipo de situaciones requieren de un aparato que
Por eso, todos los esfuerzos se están concentrando en ampliar la autonomía de las baterías de ion-litio de los audífonos. La prioridad en estos momentos, aparte de crear complementos que ayuden a prolongar artificialmente la duración de la batería administrándole una carga extra, es aumentar el rendimiento del litio para que su deterioro sea menos acelerado y pueda proporcionar energía durante más tiempo.
¿Por cuál decantarse entonces, por unos recargables o mejor a pilas?
A pesar de las carencias que tienen algunos modelos, lo más aconsejable según la mayoría de expertos son los audífonos recargables por sus optimizados diseños, su moderna tecnología capaz de captar y transmitir mejor y con más nitidez los convierte en la opción perfecta para disfrutar del mejor sonido en todo tipo de condiciones.
Claro que, como te hemos comentado al principio, las carencias en temas de autonomía son un hándicap al que, por ahora, poca solución se le puede poner más allá de tratar de optimizar la carga de la batería. Las opciones de conectividad, por ejemplo, deben estar optimizadas para que solo estén activadas cuando sea estrictamente necesario y evitar gastos innecesarios. Así, la vida útil de la batería se prolongará y podrá ser empleada por más tiempo a pesar de todas las funciones añadidas.
Aunque quizá desde el prisma de la eficiencia energética y la gestión de recursos unos audífonos a pilas pueden ser una opción atractiva, los tremendos límites de rendimiento de los que disponen estos modelos y lo insalubre que resultan para el entorno natural el hecho de disponer de una fuente de alimentación como las pilas hace que optar por unos audífonos recargables sea la opción más sostenible y sensata desde todos los puntos de vista.